D. Francisco Portillo Rodríguez
Tertulia cuadragésimo séptima con D. Francisco Portillo Rodríguez (Cuqui)
Francisco Portillo Rodríguez, también conocido cariñosamente como Cuqui, es un hombre tranquilo, virtud envidiable en un mesonero. Su Taberna, esa que otrora creíamos solo para turistas ansiosos de las viandas sevillanas, es una isla perdida entre la proliferación de gastrobares de nombre imposible y de franquicias de comidas rápidas a las que nuestro tertuliano presenta batalla a diario creando esa idiosincrasia de la taberna sevillana repleta de recuerdos de la ciudad, tópicos y típicos que el comensal disfruta mientras degusta su pavía o sus vieiras de salsa hermosamente indescriptible. Pausado en el dialogo sus miedos frente a los infortunios de la vida siempre fueron vencidos con el cariñoso consejo de su padre en un máster de temario invisible que hicieron a nuestro tertuliano doctor honoris causa en esto del buen comer y del buen servir que Cuqui comparte y agradece a sus empleados, compañeros de fatiga y de logros que mantiene a diario y que en la tradición son escuela para su hijo, cuarta generación del negocio, que asume la enseñanza hostelera en el mejor lugar y con la mejor compañía que pudiera tener. Ave Fénix renació entre las cenizas del incendio que destrozó la taberna y de la pandemia que hizo temblar los cimientos del negocio, pero en la emoción que no puede evitar mientras degusta el canalón de berenjenas y calabacín el fatal designio de la vida lo superó con el lema que siempre le ha venido acompañado y que nos enseña en cada pausada frase, un profundo sentir por su profesión que tras meses de silencio vuelve hacerse eco en las paredes de nuestra Taberna. Siempre de frente, Cuqui. Siempre agradecidos por tu estar aquí y allá en tu casa.
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